domingo, 12 de marzo de 2017

Campaña en favor de Manos Unidas

Manos Unidas es la ONG de desarrollo de la Iglesia católica, que trabaja para apoyar a los pueblos del Sur en su desarrollo y en la sensibilización de la población española. Sus ingresos provienen, en un 87,1 %, de fuentes privadas y en un 12,9 % del sector público.

Hace cerca de sesenta años, un grupo de mujeres se empeñó en hacer desaparecer las fronteras del hambre en el mundo y firmaron una declaración de guerra contra el hambre. El Manifiesto de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) de 1955, decía: “Sabemos, y queremos que se sepa, que existen soluciones de vida, y que si la conciencia mundial reacciona, dentro de algunas generaciones las fronteras del hambre habrán desaparecido…” Y concluía diciendo: “Declaramos la guerra al Hambre”

Las Mujeres de Acción Católica Española respondieron a este llamamiento que denunciaba el “hambre de paz, de cultura y de Dios que padece gran parte de la humanidad”. Realizaron su primera Campaña contra el Hambre en 1960, a partir de la cual se ha ido configurando la actual “Manos Unidas”. Desde 1960, y año a año, se fueron organizando ayunos y colectas para denunciar y luchar contra el hambre, hasta que en 1970 se consolidó la campaña contra el hambre cuando la Conferencia Episcopal Española acordó que el segundo domingo de febrero se hiciera una colecta extraordinaria contra el hambre en el mundo en todas las parroquias de España, y que se convocara una jornada de ayuno voluntario el viernes anterior a dicho domingo.

Esta historia se ha ido forjando en los lugares donde el hambre y la pobreza frenan el desarrollo, donde la educación y la asistencia sanitaria son casi una quimera para muchos, donde los niños no saben lo que es la infancia, donde se explota a los más débiles y se margina a la mujer por el hecho de serlo y donde el emigrante no encuentra refugio y el que es diferente sufre rechazo.

En todos estos lugares, los proyectos de desarrollo integral que, con tu apoyo y colaboración promueve Manos Unidas, proporcionan cada año las herramientas para que, superadas nuestras fronteras, más de 2,5 millones de personas de África, América Latina y Asia puedan combatir el hambre y cambiar la historia de su vida.

También desde la sede de Manos Unidas en Valencia se ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de personas condenadas por la falta de recursos. Así, con la ayuda de la parroquia de Benissa, Manos Unidas ha construido recientemente en un suburbio de Guwahati (India) un comedor y los aseos para una casa de acogida de niñas de la calle que atienden unas religiosas salesianas de San Juan Bosco. 


El albergue, que inició su construcción en el año 2006, actualmente acoge a 55 niñas de entre 4 y 18 años que se veían obligadas a comer en un espacio abierto en el que en época de lluvias, el frío y la humedad les hacía enfermar con frecuencia. 

“En el centro de acogida aprenden una formación profesional y se les ayuda a iniciar actividades generadoras de ingresos, mientras que las menos capacitadas reciben una educación no formal y aprenden oficios como costura y la cría de ganado para que todas puedan ganarse la vida dignamente”, nos contaban fuentes de Manos Unidas. 

Las religiosas salesianas “están muy comprometidas con la identificación y el rescate de las víctimas del tráfico de mujeres, así como de su prevención y además, gozan del apoyo de las autoridades locales, que valoran muy positivamente sus tareas”, añadieron.

Manos Unidas Valencia también ha contribuido a reducir la desnutrición en mujeres gestantes y niños menores de 5 años en la provincia de Contumazá (Perú), con la colaboración de parroquias de Valencia, Catarroja, Algemesí y Sedaví. 

Para alcanzar este objetivo, se están desarrollando una serie de actividades entre las que se encuentran sesiones demostrativas sobre preparación de platos nutritivos, prácticas claves de higiene y sobre estimulación prenatal y psicomotriz.

El proyecto también incluye la instalación de filtros de agua para consumo de agua segura, equipamiento de áreas de control de peso y talla, y sesiones demostrativas sobre dietas nutritivas, prácticas de higiene y cuidado de madres gestantes. Figuran también parcelas demostrativas y talleres de capacitación en instalación, y manejo de biohuertos.

Los beneficiarios directos del proyecto, en el que Manos Unidas colabora con equipos y materiales, personal, capacitaciones, funcionamiento, gastos de evaluación y auditorías, son un total de 267 personas entre madres gestantes, niños menores de cinco años y agentes comunitarios de salud.

Gabriel y Pascaline, en Perú y Senegal, también son más felices porque gracias a Manos Unidas tienen acceso al agua. Y el agua les da la vida…



Como ves, el hambre no solo se combate con comida. ¿Quieres comprometerte tú también a combatirlo?

Manos Unidas también ha facilitado un recurso tan básico como el agua en Ecuador, impulsando el mayor sistema de riego por aspersión en Sudamérica.

Esta actuación se realizó en Palmira, a 3.850 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la provincia de Chimborazo. Para que te hagas una idea de la complejidad del acceso al lugar, baste decir que el Mulhacén (Granada), el lugar más alto de la Península Ibérica, está a 3.478 metros de altitud.


Los habitantes de Palmira soñaban desde tiempos ancestrales con llevar el agua hasta el lugar y poder “hacer parir la tierra”, dejar la pobreza y poder producir cultivos a gran escala. Pero no tenían los medios para abrirse paso a través de la montaña.

Manos Unidas, sabiendo lo importante que es el agua como fuente de vida pero también de desarrollo, se involucró en el proyecto.

Una de las iniciativas fue la construcción de una red de riego por aspersión, desde la captación del agua en sus fuentes de origen, hasta su conducción y almacenaje en tanques para su posterior utilización en el riego de los campos. 

El trabajo se llevó a cabo con la participación de los futuros beneficiarios, que se organizaron en grupos de voluntarios para excavar y colocar las tuberías, transportando ellos mismos el material montaña arriba. El trabajo fue muy duro. Incluso se perdieron vidas humanas.


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